lunes, 9 de junio de 2008

Y al final....Xi'an

Finalmente y después de haber preparado unas cuantas excursiones tuve que quedarme solo con una.



Beijing, lo había descartado desde el principio, lo vuelos y hoteles han multiplicado su precio casi por cinco a raíz de los Olympic games y no me pareció el momento adecuado para viajar a esa ciudad, aunque ganas no me faltaron. Otra vez será. La excursión del Tíbet se vino abajo por los conflictos que causaron la antorcha olímpica, el gobierno no da visados para acceder a este área montañosa de China. Con los que me apetecía ver el palacio Potala...Dicen que a finales de junio será posible...qui lo sá. Otra opción era Chengdu, devastada por el grave terremoto y por más de 200 réplicas de más de 4 grados en la escala Richter. Tenía muchas ganas de ver el parque de osos panda y el buda Dafo de Leshan, en el foro de Los viajeros leí comentarios de mucha gente que había estado allí y que aseguraba no haber ningún problema. Pero Lynn y Lena casi se pusieron de rodillas y me pidieron por favor que no fuera. Lo mismo ocurrió cuando les comenté mi intención de viajar a Guilin, lleva más de dos semanas lloviendo ininterrumpidamente en el sur de China y el río Li (por el cual se hace una travesía en barco maravillosa) está a punto de desbordarse. Estoy empezando a pensar que soy yo la que trae mal fario a los chinos...El lunes día 11 de junio es fiesta aquí, en China, y quería aprovechar este workingbreak para hacer algo, lo que sea.



Pero por fin, el viernes a última hora decidimos Lynn y yo ir a Xi'an, antigua capital de China. En cuanto terminamos nuestro recorrido por las fábricas, nos acercamos a una agencia de viajes y compramos los billetes de avión, que, por no perder la costumbre, tardaron un milenio en hacerlos. Nuestro vuelo salía el sábado por la mañana, un vuelo de dos horas y media (madre, que grande es este país...). Y a eso de las tres de la tarde aterrizamos dejando atrás el verdor y la espesura del clima húmedo tropical de Guangzhou para adentrarnos en la planicie de la provincia de Shaanxi. El clima es mucho más seco, agradable y respirable, desprovisto de la capa contaminante que barre los cielos de la capital de la provincia de Guang dong y que impide que el sol ilumine las ciudades grises ensombrecidas por los altos rascacielos.



Nada más salir del aeropuerto y frente a la terminal de llegadas, tomamos un autobús que por 25 RMB (2,50 €) te deja en el centro de Xi'an. Allí nos alojamos un el Melody hotel, junto a la parada de autobuses del aeropuerto y en pleno centro turístico. Limpio y agradable, costaba 180 RMB la habitación doble, quedando a nuestra derecha The bell tower y a nuestra izquierda The Drum tower, unas pagodas preciosas e imponentes en medio de la ciudad. Por cierto, en China hay que tener cuidado con los engañosos mapas de las ciudades: aunque en ellos parezca que nuestro destino está cerca, las distancias son muchísimo más grandes de lo que os podéis imaginar. Contratamos en el hotel un tour por unos 300 RMB , ya que algunos lugares turísticos se encuentran algo lejos de la ciudad (los guerreros de terracota están a 28 km.) y estuvimos acompañadas por dos americanos, dos noruegos y dos ingleses. Parece que voy a contar un chiste...



La pagoda del ganso salvaje y sus alrededores son una maravilla. Se encuentra flaqueada por un gran parque arbolado y una fuente cibernética que ofrece espectáculo con música por la noche. Advertencia: está llenísimo de gente.



La muralla que recorre la parte vieja es también impresionante. Se encuentra totalmente intacta y tachonada de pagodas aquí y allá. Tiene unas vistas preciosas de la ciudad y de los encantadores pequeños barrios de los alrededores. Su recorrido es de 14 kilómetros (nosotras solo hicimos dos) pero puedes alquilar una bicicleta para que no se haga excesivamente pesado.



Pero por supuesto la visita estrella fueron los guerreros de terracota. Cuesta creer que alguien hace 2.200 años creara todo aquella magnifica obra para el descanso eterno de un emperador. Terminé la memory card, creo que hice fotos a cada uno de los guerreros, y eso que son 6.000. El guía nos comentó que algunos de los que se encontraban en estado más frágil se habían visto afectados por el terrible terremoto que azotó China hace unos días, dejando una barbaridad de muertos y gente sin hogar. Aún les queda fosas sin descubrir, pero no se atreven a hacerlo sin la tecnología adecuada. Algunos se encuentran reconstruidos trozo a trozo y su intención es poder recolocar todo el ejército tal y como se hizo para el mausoleo del emperador Qinshiuang, el primer emperador de la historia China. Me temo que tienen mucho trabajo aún por hacer pero me quedé encantada de ver aquella maravilla. Cada una de las caras de los guerreros es diferente a otra y cuidaron los detalles hasta el extremo de marcar las uñas y las pequeñas arrugas de los nudillos de las manos. De tamaño natural con una estatura de 1,90 cm. el guía nos dijo que a pesar de que la media en China es mucho menor, para aquellos ejércitos se escogía lo mejor de lo mejor, aguerridos guerreros fuertes y altos.

En Xi'an pude ver muchísimos turistas occidentales (entre ellos bastantes españoles) y el carácter vacacional de la ciudad me hizo sentir un poco de morriña, sobre todo sabiendo que he de quedarme diez días más cuando ya casi me había hecho a la idea de que me quedaba solo una semana. Que se le va a hacer...el trabajo es el trabajo.



Aquí podréis ver más fotos de mi viaje: Xi'an, fotos
Y aquí una explicación más amplia de lo que se puede ver en Xi'an: Xi'an, recorrido

No hay comentarios: