lunes, 1 de diciembre de 2008

Aquí otra vez y sin maletas

Bueno, pues ya estoy intalada de nuevo en Foshan. Como siempre y por no perder las costumbres, mi comienzo ha sido "triunfal": me han perdido las maletas. La conexión en Paris era muy corta y además el vuelo desde Bilbao salió 15 minutos tarde, de modo que nada más aterrizar en Paris vino una furgoneta con una chica encantadora a buscarme. Hasta ahí todo bien, el problema es que yo llegué a coger el avión de China, pero mis maletas no. Después de ver desesperada que todo el mundo se alejaba de la cinta con sus bartulos menos yo, me acerqué a la oficina del aeropuerto de Guangzhou Baiyun y rellené el pertinente formulario. Segun me han informado, me devolveran mis maletas mañana o pasado, aunque me lo creeré cuan do las tenga en mis manos. Y yo con estos pelos... Que quede entre nosotros, espero que no le pase nada al jamón ibérico que me he traido...

El viaje ha sido un infierno, ya no sabía como colocar mis maltrechas posaderas (a causa de una caida) para evitar que me martitizasen, por no decir con que cara me miró mi compañero de asiento cuando saqué de la bolsa el flotador para estos menesteres. Tendré que ponerle un cartel en un lateral: "no tengo hemorroides". Pero aún así he conseguido dormir bastante gracias y mi combinado dormidina + vino blanco y también me ha dado tiempo a fulminarme el libro de "el niño del pijama a rayas", que por cierto, es triste, pero pensé que iba a serlo aún más.

Esta vez he de hacer un viaje relámpago a las fábricas de Vietnam. No se ni cuando ni cuanto tiempo. No sé si tendré tiempo para todo lo que hay que hacer ni si en realidad volveré para la fecha programada. No se donde están mis maletas, aunque me lo supongo. ¡No sé nada! Espero que la próxima vez que escriba tenga las cosas más claras, porque entre el jetlag y la desinformación tengo la cabeza como un bombo.

Bueno, me piro a la piltra. Ya os contaré como van las cosas.