
El viaje ha sido un infierno, ya no sabía como colocar mis maltrechas posaderas (a causa de una caida) para evitar que me martitizasen, por no decir con que cara me miró mi compañero de asiento cuando saqué de la bolsa el flotador para estos menesteres. Tendré que ponerle un cartel en un lateral: "no tengo hemorroides". Pero aún así he conseguido dormir bastante gracias y mi combinado dormidina + vino blanco y también me ha dado tiempo a fulminarme el libro de "el niño del pijama a rayas", que por cierto, es triste, pero pensé que iba a serlo aún más.
Esta vez he de hacer un viaje relámpago a las fábricas de Vietnam. No se ni cuando ni cuanto tiempo. No sé si tendré tiempo para todo lo que hay que hacer ni si en realidad volveré para la fecha programada. No se donde están mis maletas, aunque me lo supongo. ¡No sé nada! Espero que la próxima vez que escriba tenga las cosas más claras, porque entre el jetlag y la desinformación tengo la cabeza como un bombo.
Bueno, me piro a la piltra. Ya os contaré como van las cosas.
Imágen: Airport technology